—Bien, Jonhy. Comenzamos a saber más cosas sobre ti.
¿De verdad los gobiernos, sabían de vuestra existencia y nos lo han ocultado?
—Preguntó el presentador—. Siempre ha habido rumores sobre eso, pero la
habilidad de los altos mandatarios de esconder la verdad es cada vez mayor.
—Por supuesto que lo sabían, es más, me consta que
conocen a un total de 12 razas diferentes de seres que no habitan este planeta,
pero lo han visitado alguna vez, —contestó Jonhy con tono simpático.
—¿Quieres decir que en tu planeta existen otros
seres?
—Claro que existen. Igual que aquí hay animales,
allí también hay otras especies diferentes a nosotros, pero la nuestra es la
más avanzada, como el humano aquí. Los seres de otros planetas a los que conoce
vuestro gobierno, no son todas de nuestro mundo; hay de hasta 9 planetas
diferentes.
—Deduzco que, seres de 9 planetas diferentes han
visitado nuestro planeta alguna vez, ¿es eso lo que quieres decir, Petaca?
—Exacto, eres muy hábil, Anthony, amigo.
—El primer contacto con un ser vivo llegado de otro
planeta en vuestra era, data del año 220 D.C. Entonces no lo entendieron bien,
pero con el paso de los años, habéis podido desarrollar vuestra masa cerebral,
y los altos mandatarios, siempre han tratado de ocultar la verdad para no
desestabilizar a la población. Pero ya hubo visitas anteriores a que vuestra
raza se implantase en este mundo. Hubo una época en la que ya vivimos aquí,
pero luego, este planeta se transformó en poco tiempo impidiendo nuestra vida, tuvimos
que volver a casa. Desde hace unos años la Tierra, tiene las condiciones
óptimas para nosotros, estamos preparados para vivir aquí, aunque existen
ciertas condiciones que nos han obligado a adaptarnos.
—¿A qué condiciones te refieres? —Preguntó Anthony
enarcando una ceja.
—A condiciones de clima. Vuestras temperaturas
fluctúan de una manera demasiado suave para nosotros, estamos acostumbrados a
cambios en la temperatura extremos y vertiginosos. Nos costaría demasiado
adaptarnos a ello, pero tenemos medios para poder evitar esa circunstancia.
—¿Qué tipo de medios?
—Este tipo de medios… —contestó Jonhy echándose mano
a la capucha, como para retirársela. Lo hizo, poco a poco, manteniendo la
tensión y la atención de todo aquel que miraba, expectantes de ver por fin la
apariencia del individuo.
Un murmullo generalizado se escuchó en el público.
Todos lanzamos ese tipo de expresión cuando vemos algo que nos asombra
demasiado. Una lámina translúcida, gelatinosa y de color verde apareció detrás
de esa capucha; sin ojos, sin boca, sin orificios. Sólo algo plano, maleable y
blando, que se movía como algo vivo y se introducía hacia el interior de la
sudadera rapera, dejando a la imaginación el resto. Para nada se cotejaba esa
imagen con la que conocíamos de un extraterrestre; esos de ojos grandes y
cuerpos afilados. Estando en casa, todavía podía parecer un montaje realizado
por las avanzadas cámaras de grabación, pero visto en directo, ya no cabía
ninguna duda de que todo era cierto. Era un extraterrestre infiltrado en
nuestra televisión para mandar un mensaje desesperado, pidiendo permiso para
poder venir a vivir aquí con toda su raza. Esto era incluso más inquietante que
el hecho de verlo ahí, en directo. Extrañamente, la gente no decía nada,
permanecía atenta a aquello que veían sus ojos, quizá tratando de colocar cada
pieza en su sitio sin éxito. Los humanos tendemos a imaginar que todo ser
viviente debe poseer ojos, instrumentos para moverse y orificios por donde
respirar, sin pensar que estamos cegados por las limitaciones de nuestro mundo,
e ignorando que en otros planetas, la vida puede constar de otros métodos para
sobrevivir.
—…son
los que nos permitirán vivir aquí, —prosiguió Jonhy Petaca, el gelatinoso ser,
verde y plano—. Nos constituimos de un material bastante avanzado que nos
permite proteger nuestras funciones vitales en condiciones adversas, de ahí
nuestra apariencia. En nuestro planeta no somos así, tenemos otro aspecto. Para
poder vivir aquí, necesitamos ser así, olvidaros de que podemos cobrar forma
humana, no sabemos hacerlo, aunque me consta que especies de otros planetas, sí
pueden. Nosotros lo que podemos hacer es disfrazarnos de vosotros, con un
detalle tal, que nadie notaría que somos diferentes.
—Increíble, amigos extraños. Yo lo vi antes de
comenzar el programa y me quedé como todos ustedes están ahora, —dijo Anthony
mirando a cámara, tratando de encajar toda la información que nos estaba
brindando este ser, con el añadido de tenerlo a su lado, estaba demostrando ser
un profesional excelente—. Nos tienes asombrados, siempre pensé en el momento
en el que vería a un ser de otro planeta, pero nunca imaginé que pasaría de
este modo, en mi programa.
—Es un placer estar aquí esta noche, Anthony,
—añadió Petaca, aunque su voz era algo que no podías siquiera imaginar de dónde
salía.
—Bien, amigos extraños, Jonhy. Me dicen que podemos
dar paso a las llamadas telefónicas y preguntas a través de las redes sociales,
—dijo el presentador ordenando sus papeles en la mesa—. La gente que está en
sus casas te formulará preguntas a las que debes responder. ¿De acuerdo, Jonhy?
—Sí, me parece bien. Contestaré sin problema,
—contestó sin vacilaciones el alien.
—¿Hola? —se escuchó una voz telefónica femenina.
—Sí, ¿quién eres? —Preguntó Anthony.
—Me llamo Mónica. Mi pregunta es: ¿Crees que podréis
trabajar para pagaros una casa como hacemos la mayoría aquí?
—No necesitamos casa para vivir, —contestó Jonhy—.
No necesitamos dormir como vosotros, podemos estar siempre en movimiento.
—Marcos Grande pregunta desde Twitter, —dijo
Anthony—: ¿en vuestro planeta existen las plantas?
—No, allí hay otro tipo de seres vivos, yo diría que,
lo que podría parecerse más a las plantas en mi planeta, serían unas pequeñas
bolas de ácido que flotan por todas partes. Es nuestra principal fuente de
energía.
—¡Sí! —Se escuchó otra voz telefónica en el plató,
esta vez masculina y cargada de escepticismo—. ¡Yo no me creo ná! Esto es un
montaje de estos que hacen para ganar audiencia, como han hecho siempre en la
tele.
—¿En serio? —Contestó Jonhy con voz desafiante—.
Entonces deberías ver esto, a ver si así crees o no.
La lámina verde se giró hacia el público, ahora ya
no se veía plana, se veía amplia, al estar de frente. Comenzó a vibrar como el
cascabel de la serpiente que recibe ese nombre común, y de repente, todo el
plató se tornó de color azul claro y mi cuerpo se paralizó. Instantes después,
un intenso frío recorrió todo mi torso, mi aliento chocaba con algo nada más
salir de mi boca, mis oídos formaron un vacío, como cuando te los tapas con las
palmas de las manos. Las cámaras se giraron hacia las gradas, enfocándonos de
pleno. Parecía que Jonhy nos había hecho algo. Esa sensación, y el color
azulado de la sala, duraron unos segundos, después, todo volvió a la
normalidad.
—¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Habéis visto eso? ¡Ha
cubierto con una capa de hielo a todo el público en cuestión de milésimas de
segundo! —Gritó Anthony, que esta vez no pudo contener los nervios, dejando su
metódica profesionalidad a un lado.
—Sí, y esto es sólo una muestra de todo lo que somos
capaces de hacer. Ahora el público de casa, creerá todo lo que ve a través de
su televisor, —dijo el alien con tono fresco y simpático.
—Pero, Jonhy, ¿no crees que vuestra raza está
demasiado avanzada como para poder convivir con nosotros, los humanos? Lo que
acabas de hacer, te ha resultado tan fácil como abrir un huevo a cualquier ser
humano, —preguntó Anthony, que cada vez parecía más inquieto.
—Desde luego que estamos muy avanzados con respecto
a vosotros, pero, lo vuelvo a repetir, no queremos competir con vosotros,
queremos integrarnos y tenderos nuestros conocimientos. Os ayudaremos a
evolucionar más rápidamente, seréis vosotros los que acabaréis siendo más
avanzados evolutivamente hablando, —contestó Jonhy, que seguía en ese modo
tranquilo y pausado.
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José Lorente.
Creo que los mismos seres humanos, de suceder un hecho así, seríamos tan inútiles que por competir con eso de "no puedes hacer esto, me estás engañando, a ver demuéstramelo" ... Acabaríamos echando a perder a esos seres siendo incluso tan avanzados... No sé yo, si resultaría buena la idea, pero mientras yo hago mis cábalas, no me queda otra que esperar al siguiente capítulo.
ResponderEliminarVaya, FG. A veces somos demasiado ignorantes y prepotentes; eso no nos deja asumir que pueda haber una raza más avanzada que nosotros rechazándola sin más motivo que ese. Gracias por seguir ahí cada semana, el miércoles será el último capítulo de este relato. Besosss!! ;)
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