—Hola, Shibila. Soy Sara, te
llamo desde el móvil de un chico que ha tenido la amabilidad de prestarme su
teléfono, —dice al tiempo que me mira sonriendo.
Continúa la
conversación; habla de cómo, cuándo, y dónde han de recogerla después del
trabajo. Descubro que sale de trabajar a las cinco y media de la tarde, y que,
después de eso, tiene tres cosas que hacer; una clase de danza, otra de pilates, y después, una hora de
gimnasio. <<Es toda una deportista, me encanta. Eso explica su esbelta y
estilizada figura>>, me aclaro
mentalmente.
—Vale, Shibila.
Quedamos así. A las diez y media en la Plaza de Vicente Iborra, donde está
Pekado. Supongo que me dará tiempo a hacer las maletas. Luego te veo. Besos,
—concluye, cortando la llamada y devolviéndome el móvil—. Muchísimas gracias,
—me dice sonriendo—. De no ser por ti, esta noche no podría irme a Malibú. Tengo
una semana de vacaciones. Nos escapamos ahí, tres amigas y yo. Vamos a pasarlo
bien.
—Vaya, qué buen
destino ese. No he estado nunca, pero me encantaría poder ir algún día.
—Seguro que sí, ya
verás. Yo he estado dos veces, esta es la tercera.
—Ah, genial. Tiene
que ser precioso.
—Lo es.
Tuerzo el morro y
un incómodo silencio se apodera del momento. No han pasado ni cinco segundos
cuando dice:
—¿Eres italiano?
Con ese nombre…
La miro, sonrío y
contesto:
—Sí. Bueno, mis
raíces son de allí, pero por parte de mi padre. Él nació en Florencia, pero de
muy niño tuvo que venirse, mi madre es de aquí, de Valencia. Yo nací en esta
ciudad, aunque viajo a Italia a veces, a ver a primos y tíos, pero me siento
valenciano.
—Ah, interesante.
Me encanta Italia. He estado en Nápoles y Venecia. Me gustaría visitar más
ciudades de allí, me encanta su cultura.
—Sí, saben cuidarse
muy bien y tienen un estilo de vida muy curioso. A mí, me gusta cuando voy y
salgo por allí con mis primos, son la leche.
—Pues sí. Bueno, ésta
es mi parada. Voy a trabajar.
—Sí, también es la
mía.
—Un placer
conocerte, Valentín. Y de nuevo, muchísimas gracias por el gran favor.
—¿Valentín? Max,
por favor.
—Me gusta Valentín,
te va mejor, —contesta, haciendo un guiño de ojo y mostrando su lengua
levemente, con gesto simpático.
—Bueno, no me
disgusta ese nombre, al fin y al cabo, Valentino es mi apellido y Valentín
tiene que ver con él. Te dejo que me llames así, pero sólo porque eres tú, ¿eh?
Y gracias a ti por facilitarme tu número. Seguramente acabas de cometer una
estupidez, dándole el teléfono a un psicópata con manía persecutoria, —añado en
tono de guasa.
—¡Eh! Si es así, no
recibirás respuesta alguna ¡Loco! —Contesta, siguiendo la broma.
“Próxima parada:
Beniferri”, se escucha en el altavoz del tren.
—Ahora sí. Bajamos
ya, —dice ella con una leve expresión de pena.
—Sí, no hay otra.
El deber nos espera. Dame dos besos y pásalo bien en Malibú. Pronto sabrás de
mí, —le contesto, acercándome a esa cara de tremenda belleza, siendo embriagado
y rodeado por ese aroma hipnótico, que hizo que la mirara por primera vez hace
semanas.
La piel de su cara
es fina y suave. <<Mi barba de tres
días le estará pinchando>>, pienso.
—Sí, gracias. Puede
que, cuando me hables, no sepa quién eres, —replica mientras roza mi cara con
su mejilla.
—Te lo recordaré,
—mi sonrisa intenta deslumbrar—, además, la foto que tengo puesta en el perfil
del chat es inconfundible, salgo con una metralleta de loco psicópata... No lo
olvides, —respondo con esa expresión pícara que muestro algunas veces.
—¡Oh, qué miedo!
Tendré que huir o llamar a la policía.
—La policía soy yo,
yo soy todo, —el tren se ha detenido y mi frase no ha terminado del todo cuando
las puertas se abren y la gente empieza a salir.
Nos levantamos,
ella va delante, parece que tiene prisa. La miro triste porque se separa de mí,
pero alegre porque ya sé quién es y lo que es mejor, tengo su número de
teléfono.
Descarga esta novela completa aquí: http://www.amazon.es/Perfume-Jos%C3%A9-Lorente-ebook/dp/B00KCPSANC/ref=sr_1_5?s=digital-text&ie=UTF8&qid=1400244644&sr=1-5&keywords=perfume
No olvides que puedes
suscribirte al blog para estar al día de nuevas publicaciones, clicando en el
botón azul de la esquina superior derecha "participar en este sitio"
y validando con tu cuenta de Google. Si te ha gustado lo que has leído, puedes
compartirlo con tus amigos y dejar tu comentario, siempre es de agradecer y me
ayudarás a crecer. Muchísimas gracias por tu visita y por leer mis historias.
Saludos.
José Lorente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario