miércoles, 16 de octubre de 2013

Recuerdos

Recuerdo cuando te vi por primera vez, Carola; tenías una cara angelical, tu pelo brillaba con destellos púrpuras adiamantados. Sólo teníamos 17 años, pero al verte, sentí que iba a quererte siempre. Los años han pasado y no pareces haber envejecido, tu pelo sigue destellando y tu cara enamorándome cada día más. Miles de emociones vividas y miles de experiencias han pasado por nuestra vida de dos. Llegó la niña y eso nos hizo vivir mucho más felices. Y ahora, con 90 años, me miras y me dices: —Viviana, mi vida no podría haber sido mejor sin ti.



No hay comentarios:

Publicar un comentario